jueves, 30 de noviembre de 2017

La Luna llena más “grande” de este año, la del que viene y la “Luna azul”…

Este domingo 3 podrá verse la llamada Luna llena más “grande” del año, aquella en la que por coincidir el momento de la Luna llena con el perigeo mensual (punto de la órbita de la lunar en que se encuentra ligeramente más próxima a la Tierra), lo que hace que pueda verse muy sutilmente más grande y, quizás más notorio, más brillante.
(En su máxima expresión, puede llegar a ser un 12% más grande y un 30% más brillante)

En la exactitud astronómica, la fase de “Luna llena” será a las 12:47 hs argentina (15:47 hs Tiempo Universal) mientras que el perigeo será a las 05:45hs argentina del día 4, cuando se encontrará a 357.492 km.

Foto: Fernando García (Achernar)

Justamente, entre ambos fenómenos, podremos ver sobre el Este su hermosa salida sobre el mar (si el tiempo lo permite…) a las 20:02 hs argentina mientras el Sol se oculta por el Oeste.
(Recuerden que los horarios de salida y puesta son válidos para Mar del Plata y 50 km a la redonda, a partir de lo cual, comenzarán a surgir sutiles diferencias)

Tengamos presente que esto, es sólo una buena excusa (sin connotaciones astronómicas) para mirar todos la salida de la Luna, regalarnos un bello espectáculo y cinco minutos de calma, en familia, con amigos o solos.

A medida que oscurezca, podremos ver por “sobre” la Luna a cierta distancia visual, los populares cúmulos abiertos (grupos de estrellas jóvenes nacidas de una misma nebulosa) Las Pléyades, también conocidos como “las 7 cabritas”; “las 7 hermanas”; “la ollita”; “el caracol” y muchos más, y las Híades, reconocibles como una “V” invertida, por lo que también son conocidas como “el pinito de navidad”. Pero lo más conocido de todo, es Orión, con su archipopular cinturón, conocido por todos como “Las Tres Marías”.

Recuerden que el pobre “cazador” Orión, desde nuestro hemisferio de ve invertido, es decir, de “cabeza”.



Pero… Si está nublado ¡a no desanimarse! Ya que la Luna llena de enero de 2018 vendrá con dos regalos.
Uno, será el día 1º de enero con la “Luna llena más grande del 2018” y el segundo es que enero vendrá con una “Luna azul”, es decir, el mes de enero abrirá con Luna llena y terminará con otra. (Días 1º y 31 según hora argentina)

Vale decir, que el perigeo lunar del día 1º de enero, será más cercano a nosotros que el de diciembre, ya que la Luna de ubicará a 356.565 km, es decir, 927 km más cerca.

¿Connotaciones astronómicas?
Ninguna, pero tenemos buenas excusas para mirar la Luna y aprender algo.
No tiene nada de “extraño” este fenómeno, ya que todos recordamos (simplificando mucho) que una lunación, es decir desde una Luna nueva a otra, transcurren 29 días y medio, y  si los meses tienen entre 30 y 31 días, no tiene nada de “extraño” que ocurran (o “quepan”) dos Lunas llenas en un mes calendario.

La pregunta que le sigue, seguramente será ¿de donde sale llamarle “Luna azul” si de “azul” no tiene nada?
Es un viejo y controvertido debate, pero parecería ser que, dentro las expresiones de los Estados Unidos, suele decirse “Luna azul” a algo imposible o poco probable, similar a nuestro “el día del arquero”. Por ejemplo, “¡Se va a recibir el día de la Luna azul!”

Como podemos ver, tendremos un bonito fin de año y mejor principio. Ah! Habrá otra “Luna azul” en marzo, pero de eso ya hablaremos más adelante.

Para mayor información, pueden ver nuestros Facebook, Achernar Mar del Plata y el blog, www.achernarastronomia.blogspot.com.ar

¡Salgan a mirar el cielo!


lunes, 20 de noviembre de 2017

A 17 años de un gran satélite argentino, SAC-C

Por Claudia C. Pérez Ferrer

El 21 de noviembre del año 2000 fue lanzado exitosamente el satélite argentino SAC-C, para estudio de la Tierra. (Derecha)
(SAC, Satélite de Aplicaciones Científicas)

La historia había comenzado años antes, cuando se planteó el Plan Espacial Nacional, Argentina en el Espacio 1995-2006, a cargo de la CONAE, Comisión Nacional de Actividades Espaciales quienes trabajaron junto al INVAP (empresa Sociedad del Estado) y así fue como en el año 1996, fue lanzado el SAC-B (antes que el SAC-A) con la finalidad es estudiar la física solar y astrofísica en general, como explosiones de rayos gamma y rayos X de “fondo”.

Pero por un fallo en el sistema lanzador (cohete Pegasus XL, de la NASA) al satélite no pudo “desprenderse” correctamente, lo que impidió que desplegara sus paneles solares para cargar energía.  Lamentablemente aunque funcionó todo el instrumental correctamente, el satélite se perdió al agotarse las baterías iniciales.

Le siguió en diciembre 1998, el SAC-A, prototipo experimental de tecnologías (energía; navegación; ópticos; control de guía) con tan sólo 68 kilos fue puesto en órbita, en este caso, por el transbordador espacial Endeavour durante su misión STS 88.

SAC-A terminó sus días en octubre de 1999 al reingresar a la atmósfera y desintegrarse, pero habiendo excedido su tiempo de vida útil, estimada en 8 meses.
Fue otro éxito que brindó mucha experiencia.

Y así llegamos al SAC-C que homenajeamos hoy. Lanzado el 21 de noviembre del año 2000, siendo el primer satélite argentino para observación terrestre, monitoreando medioambiente y desastres naturales, se realizó con 5 países asociados: Estados Unidos, Italia, Dinamarca, Francia y Brasil.

De poco más de dos metros (2,2 m) de alto y 485 kilogramos, tenía una órbita fijada en 705 kilómetros, que podía mantener gracias a su sistema de propulsión para correcciones.

Con una vida útil calculada en 5 años, fue lanzado desde la base Vanderberg (California, EEUU) siendo la recepción de datos desde la Base Terrena de la CONAE “Teófilo Tabanera”, ubicada en la zona de la Falda del Carmen, Córdoba, R. Argentina, lugar que pudimos visitar en el año 2001, (durante la Convención LIADA, organizada por Melia-Paolantonio-Trumper en Carlos Paz) por lo que acompañamos con alguna de las fotografías tomadas allí, de las réplicas de cada satélite, antena de recepción, entrada a la Base Terrena, incluida una junto al recordado(ya fallecido) Fernando Suárez Boedo, a cargo de la difusión/enseñanza, quién nos brindó una ilustrativa (y divertida) explicación sobre los satélites, su historia, recepción de datos y demás, en la foto, realizando un rápido intercambio de material: CD sobre el SAC-C por folletería turística de la ciudad de Mar del Plata + actividades Achernar.

SAC-C funcionó a la perfección durante 13 años. El 15 de agosto de 2013, cuando se pensaba en finalizar la misión, se perdió sorpresivamente contacto con él y ya no pudo recuperarse, dando por terminado su trabajo.


A éste, le siguió el SAC-D/Aquarius, siendo la primera parte, el satélite argentino, que además portaba el instrumento Aquarius, de EEUU, para el estudio de la salinidad de los océanos, por su interacción con las temperaturas y el “cambio climático”, pero ésta, ésta es otra historia…